viernes, 8 de agosto de 2014

Cuando el amor no tiene edad


La historia de amor de Nilsa Noble y Alfredo Maciel demuestran una vez más que cuando Cupido toca la puerta del corazón no pregunta por la edad. Ella con 77 años y él con 82, son los protagonistas de esta bella historia que culminó en boda. Nilsa es una mujer mayor divorciada, madre de dos hijos que desde hace un año reside en un hogar de ancianos en Uruguay, y él vive allí desde hace cinco; ambos comenzaron a relacionarse porque ella tiene permiso para salir y entrar del establecimiento geriátrico y siempre realiza mandados para los internos. Alfredo es uno de los internos para quien Nilsa siempre hacía recados. Luego de seis meses de conocerse él habló con la psicóloga del hogar y le dijo estas palabras: "Decile a Nilsa que me quiero casar con ella". Nilsa, con su avanzada edad nunca dejó de mostrarse bella manteniendo su peinado prolijamente arreglado al igual que su maquillaje y a la hora de responderle a Alfredo su contestación fue "sí".

De esta manera el hogar de ancianos se vistió de fiesta para la gran ocasión y todo el mundo colaboró para decorar el salón con los mejores detalles de boda, bonitas guirnaldas de tul y globos de colores. Sobre una mesa de mantel blanco descansaba el bizcocho de bodas de varios pisos y en un extremo del mismo salón sobre un pequeño escenario la orquesta de la Escuela nacional de Policía fue la encargada de interpretar los acordes de la marcha nupcial. Ante la presencia de todos los internos, familiares y allegados, los novios hicieron su entrada y se acercaron hasta la jueza de paz donde dieron el consentimiento mutuo para unir sus vidas en matrimonio. La anciana novia dijo con emoción "nos amamos, nos queremos, nos respetamos". Una vez que terminó la ceremonia civil ambos nosvios se besaron y la orquesta rompió a tocar un vals que Nilsa y Alfredo bailaron con gracia y elegancia mientras el resto de los presentes los acompañaban siguiendo el compás. Luego de los festejos los flamantes esposos pasaron su noche de bodas en un hotel céntrico y después se tomaron tres días de luna de miel en una playa uruguaya a 50 kilómetros de la capital con una canciones para bodas que nunca olbidarian.  Luego de esto ambos regresan al hogar para continuar con sus vidas ahora unidas en matrimonio y que según ellos aspiran, desde ahora pasarán los mejores años de sus vidas.

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